lunes, 11 de diciembre de 2006

CLARO de las HORAS

Definitivamente prefiero el español. No sé, en inglés no suena igual. Además ahora está claro!

El proyecto Gutenberg EBook de las horas claras, por Emile Verhaeren este eBook está para las aplicaciones de cualquier persona dondequiera en ningún coste y con casi ningunas restricciones cualesquiera. Puedes copy él, darlo que el oro ausente lo reutiliza de conformidad con la licencia de Gutenberg del proyecto incluida con este oro del eBook en línea en www.gutenberg.net: El autor claro de las horas: Fechas del lanzamiento de Emile Verhaeren: Lengua del 12 de noviembre de 2003 [EBook #10061]: Codificación francesa del juego de caracteres: COMIENZO del *** ISO-8859-1 DE ESTE GUTENBERG EBOOK del PROYECTO que el *** CLARO de las HORAS produjo cerca Christine De Ryck y correctores de pruebas distribuidos PÁGINA. Esto hace girar fue producida de las imágenes abundante hechas disponibles por el camino principal de la biblioteca de Francia (BnF/Gallica) en http:// EM de gallica.bnf.fr. ¡Horas claras de Verhaeren O 1896 el esplendor de nuestra alegría, tejido fuera del oro en el aire de seda! Aquí la casa suave y su piñón ligero, y el jardín y la huerta. Aquí el banco, debajo de los manzanos de donde diluyeron las hojas de sí mismo el resorte blanco, A que pasa muy cerca de los pétalos y se retarda. Aquí los vuelos de los woodpigeons luminosos de Plânant, en fecha predicen, en el cielo claro del paisaje. Aquí--similar con los besos caídos en la tierra de la boca del azul frágil-- Dos charcas simples y puras azules, ingenuo confinadas de las flores involuntarias. ¡O el esplendor de nuestra alegría y nosotros iguales, en este jardín en donde vivimos nuestros emblemas! ¿Allá, de formas lentas pasan, son estos nuestros dos corazones se reclinan que, con la longitud de madera y de las terrazas? ¿Son estos tus centros, son estos tus ojos estas dos flores de oro armonioso? Y estas hierbas-- uno diría los plumajes de Mouillés en la fuente que doblan-- ¿Es este tu pelo fresco y alisa? Obviamente, ningún abrigo vale la huerta clara, ni la casa con la azotea ligera, ni este jardín, en donde el cielo teje este clima costoso con nuestros dos corazones. Aunque lo vemos que florecen delante de nuestros ojos, este jardín claro adonde pasamos silenciosamente, más todavía está en nosotros que la más feliz fertilizada y el jardín más suave del mundo. Porque vivimos todas las flores, todas las hierbas, todas las palmas en nuestra risa y nuestros rasgones de la felicidad pura y calman. Porque vivimos todos ellas las transparencias de la charca azul que refleja los colores de rosa del oro del exubérance y los vermeils grandes de los lirios: Bocas y labios del sol. Porque vivimos toda la alegría de Dardée en gritos de celebramos y resorte, en nuestros consentimientos, donde están côtoient las palabras entusiásticas y emocionantes. ¡Oh! opinión, está bien en nosotros que fertiliza el jardín más feliz y claro del mundo. ¡Él capital bárbaro, donde los monstruos tuercen, Soudés entre ellos, con los soplos de garras y los dientes, en un tumulto insano de la sangre, de gritos que se queman, de las heridas y de las bocas que la entre-mordedura ellos mismos, él era mismo, antes de que fueras mienne, O tú él nuevo, ô tú él viejo! Con quién vinos con mí del lomo de la eternidad, entre tus manos, calor y amabilidad. Siento en ti las mismas cosas muy profundas que en me a dormir y nuestra sed para que el recordar beba el eco, donde corresponde nuestro último. Nuestros ojos tuvieron que gritar en las mismas horas, sin el conocimiento, durante niñez: Para tener mismos miedos, iguales happinesses, los mismos flashes de la confianza: Porque soy limitado a ti por el desconocido que me fijó, antes en el fondo de las avenidas por donde mi vida adventurera pasó, y, ciertamente, si había parecido mejor, habría podido ver durante mucho tiempo para abrirme los ojos en sus párpados. el cielo daña sobre él fue revelado y la luna se parece tomar cuidado en silencio amortiguado. Todo está tan puro y claro, todo es tan puro y tan pálido en el aire y en los lagos del paisaje amistoso, que se apena, la gota del agua que las caídas de una caña y de un retintín y entonces mantienen silenciosa sí mismo agua. Pero tengo tus manos entre el míos y tus ojos seguros, que me conservan, el suyo los enthusiasms, tan suavemente; Y te huelo tan bien en paz de cualquier cosa, ese nada, para no igualar una suspicacia del fugitivo del miedo, no disturbaré, era este un momento, la confianza santa que duerme en nosotros como restos de un niño. Cada hora, donde pienso en tu amabilidad simplemente importante del silicio, me combino adentro rezos hacia ti. ¡Vine tan tarde hacia suavidad de tu vistazo y hasta ahora, hacia tus dos manos tendidas, reservado, cerca con los grados! Tenía en mí tanto moho resistente que me corroyó, con los raptors de los dientes, confianza; Era si es pesado, yo era tan cansado, yo era tan viejo de desconfianza, yo era tan pesado, yo era tan cansado de la manera inútil de todos mis pasos. Merecí si poco la alegría maravillosa de ver tus pies para iluminar mi manera, de que yo permanece sobre ella todavía que tiembla y casi en rasgones, y humillo, por siempre, enfrente de felicidad. Levantas a veces esta tolerancia benigna del jardín reservado y sinuous que se desenrolla, allá, entre las distancias azules, sus maneras suaves de la mañana curvadas en cuellos del cisne. Y, otras veces, eres a mí el temblor claro del viento rápido y que destella que pasa, con sus dedos del flash, en pelos del agua de la charca blanca. Con el buen tacto de tus dos manos, me siento como las hojas suavemente para pasar muy cerca de mí; Ese mediodía se quema el jardín. Las cortinas, inmediatamente recogen las palabras costosas que tu que es temblado. Cada momento se parece a mí, agradece a ti, divinement del Passer así en mí. ¿También, cuando viene la hora la noche pálida, dónde te encubres en se, cerrando otra vez los ojos, Sens tú mi dévotieux suave del vistazo, más humillar y la longitud que un rezo, agradecer tien debajo de tus párpados cerrados? ¡Oh! la huelga dejada con lleva la mano que pasa con sus dedos vanos; Nuestra hora es tan sola, y el resto que importa, el resto, con sus dedos vanos. Paso dejado, a propósito, el triste y la alegría fastidiosa, con sus traqueteos en manos. Irte para ir para arriba, bruire de la licencia y de ir lejos la risa; Dejar el paso la muchedumbre y tus millares de voz. El momento es así que hermoso de luz, en el jardín, alrededor de nosotros, el momento es si es raro de trémière ligero, en nuestro corazón, en el fondo de nosotros. Todo nos predica para no aguardar más cualquier cosa de qué viene o los pasos, con canciones se cansa y el brazo cansado por maneras. Y para seguir siendo los suaves que bendicen el día. Incluso delante de la noche de la cortina barricaded, teniendo gusto en nosotros, sobre todos, de la idea que el bellement nosotros tiene nuestro amor. Como en las edades ingenuas, te di mi corazón, así como una flor llena que se abre, con rocío ligero; Entre sus dobleces frágiles, mi boca fue presentada. La flor, recolecté con pre de las flores en llama; No decir cualquier cosa a él: porque la palabra entre nosotros dos sería banal, y todas las palabras ser peligroso. Es a través de los ojos que el corazón escucha un corazón. La flor que es mi corazón y mi consentimiento, absolutamente simplemente, con tus labios confía que es honesto y claro y bueno, y que uno confía en el amor virginal, como un niño confía en a dios. Dejarnos dejar el alcohol florecer en las colinas, de maneras caprichosas de la vanidad; Y dejarnos hacen a recepción simple con la sinceridad que lleva a cabo nuestros dos corazones claros, en tus manos cristalinas; Y nada es hermoso como una confesión de corazones, una con la otra por la tarde en que la llama de diamantes uncountable se quema, como tantos ojos Silencieux, el silencio de firmaments. El resorte y el voluntario jóvenes que vêt jardín de la belleza aclara nuestras voces y nuestras palabras y ellas empapan en su limpidity. Brisa y labios de la charla de las hojas--y en nosotros las sílabas diluyen las hojas de su claridad. Pero el mejor de nosotros los parques y huye las palabras materiales; La rociada muda simple y suave mejor que cualquier verbo amarra nuestra felicidad con su cielo verdadero: El del corazón del tono, a dos rodillas, absolutamente simplemente, delante el mío, y de mi corazón, a dos rodillas, muy suavemente, delante de es debido. Venido lentamente sentarse abajo cerca del piso, de el cual la firma de la tarde las flores de la luz reservada, deja gran noche del filtro en ti: Somos demasiado felices de modo que su mar del miedo del apuro nuestro rezo. Encima de allí, el cristal puro de estrellas se enciende. Aquí el firmament más neto y translúcido que una charca azul o que un cristal manchado de apse; Y entonces aquí el cielo que mira a través. Mil votos del misterio enorme hablan alrededor de ti. ¡Los mil leyes naturales enteros se mueven alrededor de ti, de los arcos del dinero de la una toma invisible tu corazón y de su rociada para la blanco, pero no estás asustado, oh! corazón simple, pero no estás asustado, puesto que tu fe es que colabora toda la tierra A este amor que hizo para tramar la vida y su misterio en ti. Así ensamblar las manos reservado y las adora suavemente; Un gran consejo de la pureza y de la intimidad divina flota, como amanecer extraño, bajo minuits del firmament. Cuánto se encanta fácilmente, con sus ojos del extase ígneos, él, el suave y dimitido tan simplemente delante de la vida. Esta tarde, pues un vistazo lo sorprendió entusiástico, y mientras que una palabra lo transportó al jardín puro de la alegría, donde estaba toda al mismo tiempo reina y maidservant. Humillar de ella, pero el quemarse de nosotros, estaba con quién ploierait las dos rodillas, recoger la felicidad maravillosa que, mutuo, desbordada nos del corazón. Escuchamos para mantener silencioso, nosotros, la violencia del amor emocionante que encarceló nuestros brazos y vida él silencio calamitoso de las palabras que no sabíamos. Ocasionalmente cuando lengthily había sufrido donde estaban a mí trampas las horas, a mí apareciste la luz accesible que brilló, con las ventanas, el invierno, en los fondos de las tardes, en nieve. Tu claridad del corazón del hospital pasó muy cerca de, sin herirla, mi corazón, como una mano del calor reservado; Una esperanza tibia, una palabra clemente, penetrada en mí muy lentamente; Entonces vinieron la buena confianza y la franqueza y la dulzura y la alianza, Enfin, de nuestras dos manos amistosas, una tarde del claro acuerdo y calma suave. Puesto que, aunque el verano tuvo éxito congelar, en nosotros mismos y debajo del cielo, que perpetuaron el oro Pavoisent de las llamas todas las maneras de nuestros pensamientos, y que el amor se convirtió en la flor inmensa, naciendo del deseo orgulloso, que, unceasingly, para que un encor mejor crezca, en nuestro corazón, se comienza otra vez, miro siempre la luz pequeña que era suave para mí, la primera. Detallo, ni que somos uno para el otro, ni los pourquois, ni las razones: Cualquier duda murió, en este jardín de flowerings que se abre en nosotros y de nosotros, si lejos de los hombres. No razono, y no satisfago sé, y nada disturbará cuál es solamente misterio y qué rociadas suaves y qué entusiasmo involuntario y qué subida reservada hacia nuestros cuadrados de la esperanza. Te siento claro antes de que para incluir/entiendas tales; Y es mi alegría, infinitamente, de probarme tan suavemente imán, sin preguntar porqué tus llamadas de voz yo. Seamos simples y buenos--y que el día está a nosotros sidos dulzura y luz útiles, y dejó la opinión que la vida no está hecha para un amor similar. Con estas reinas que desciendan lentamente las escaleras y las flores del oro de la leyenda, en mi sueño, a veces, te apareo; Te doy los nombres que casan con claridad, esplendor y la alegría, y bruissent en las sílabas de seda, con la longitud de los bastidores de los gusanos como un estrade para la danza de las palabras y las suyas los desfiles hermosos. Pero cuánto juega rápidamente se cansa, A verte suavidad y profundamente y si poco el de las cuales las actitudes enjolive una; ¡Tu cara y blanco tan claros y puros de la certeza, tus manos suaves del niño en paz en tus rodillas, tus centros que se levantan en el índice/el ritmo de tu pulso que bate como tu corazón inmenso e ingenuo, Oh! ¡cómo todos, salvo que y tu rezo, Oh! pues todo es pobre e inútil, hacia fuera la luz que me mira y que me acomoda en tus ojos desnudos. Dedico a tus rasgones, con tu sonrisa, a mis pensamientos más suaves, los que diga a ti, los también que sigan siendo indeterminados y demasiado profundos decirlos. Dedico a tus rasgones, tu sonrisa todo tu corazón, mi corazón, con sus rasgones y sus sonrisas y la suya beso. Ves, el amanecer naces en la tierra borrada, de los enlaces de la cortina te pareces deslizarse y de salir, con melancolía; El agua de las charcas funciona hacia fuera y filtra su ruido, la hierba se enciende y los corollas se revelan, y las beben de la noche désenlacent del oro ellos mismos. ¡Oh! decir, capacidad un día, Entrer así la luz completa; ¡Oh! ¡decir, ser un día capaz con todas las flores de nuestros trémières de los corazones, sin más ningún velo en nosotros, sin más ningún misterio en nosotros, la opinión del Oh, capacidad, un día, Entrer a dos el amor lúcido! Ahogo en tus dos ojos mi corazón muy entero y la rociada insana de esto éperdue del corazón, para, hundido en su suavidad y su rezo claro y mejor empapado, volverme el más, él. ¡Para ligarse para purificar su ser, como dos cristales manchados oro en la misma cruz del apse sus fuegos diverso lúcidos y para penetrarse! ¡Soy a veces tan pesado, tan cansado, ser el que no puede ser perfecto, pues desea ser! Mi corazón lucha contra sus deseos, mi corazón de los cuales las malas plantas, entre las rocas de la terquedad, elaboran, astuto, sus flores de la tinta o la ascua; Mi corazón tan falso, así que verdad, según los días, mi corazón contradictorio, mi corazón siempre exagerado de la alegría inmensa o attentatoire del miedo. Para amarnos los ojos, nos dejan lavar nuestros dos vistazos, de los que cruzamos, por millares, en la vida Mauvaise y controlado. La paleta está en flor y en rocío y en luz filtrada muy suave: Uno creería para ver plumas suaves del dinero y del sol, se empaña a través, para pasar muy cerca de y acariciar, en el jardín, hace espuma. Nuestras charcas azules y maravillosas tiemblan y se animan del oro que destella, los vuelos de los émeraudés, debajo de los árboles, circulan; Y la claridad, fuera de las maneras, de los campos, del cerca, barre la ceniza mojada, donde encor de la fricción el crepúsculo. En el campo de nuestro amor, se continúa el verano: Un oro el peacock, allá cruza una avenida; Pétalos pavoisent, -- Perlas, esmeraldas, turquoises-- El sueño uniforme de las hierbas verdes; Nuestras charcas azules brillan, cubierto con el beso blanco de los lirios del agua de nieves; Con los quincunxes, nuestros procesiones de las marcas de los groseillers; Un insecto del prisma irrita un corazón de la flor; Destellos maravillosos del mármol de los underwoods; Y, como burbujas ligeras, mil abejas en manojos de dinero, vibrar, con la longitud del treillised viñedos. El aire es tan hermoso que aparece chatoyant; Bajo mediodía importante y radiante, uno diría que revuelve para arriba en colores de rosa de la luz; Mientras que lejos, los caminos generalmente, tales de los gestos lentos que alargan vermeils, A el lustre dado al horizonte, van para arriba hacia el sol. Obviamente, el vestido del diamante del vêt hermoso del verano ningún jardín de la claridad también pura; Y es la sola alegría tramada en nuestros dos corazones que reconnait su vida en estos ramos de llamas. Que tus ojos del claro, tus ojos del verano, son a mí, en la tierra, a las imágenes de la amabilidad. Dejemos a nuestro sistema el oro ardiendo Exalter de los corazones cada llama de nuestros pensamientos. Que mis dos manos contra tu corazón son a ti, en la tierra, a los emblemas de la suavidad. Vivamos similar con dos éperdues uno de los rezos hacia el otro, en cualquier hora, tendida. Que nuestros besos en nuestras bocas encantadas nosotros están en la tierra, los símbolos de nuestra vida. Decir a mí, a mi amigo simple y mi reservado, Dis, cuánto la ausencia, incluso de un día, de un Attriste y de empujes el amor y lo despierta, en sus quemaduras amortiguadas. I de sale al frente de los que vuelvan de las distancias maravillosas, adonde, en el amanecer, fuiste; Me siento abajo debajo de un árbol, con dar vuelta del callejón, y, en el camino, épiant su llegada, yo miro y miro, con entusiasmo, sus ojos de la repetición del claro para haber vistote. Y quisiera besarme los dedos que te tocaron, y gritar a ellos de las palabras que no incluirían/entender, y yo escuchan un ritmo de largo plazo de la elasticidad tus pasos hacia la cortina, donde las viejas tardes llevan a cabo la noche que se inclina. Sobre estas horas en que nos dejamos ser el silicio perdido lejos de todo el que no sea ourselves. ¿Qué sangre lustral o qué bautismo baña nuestros corazones hacia todo el amor tendió? Ensamblando las manos, sin una petición, apretando los brazos, sin una que grita, pero adorando uno sabe lo que por otra parte basa el telecontrol y más puro solamente, el el entusiasta e ingenuo, conocido como, como uno sí mismo del alcohol, como uno se vive en el desconocido. ¡Cómo uno se daña en presencia de estas horas de la existencia suprema, pues el corazón quisiera que los cielos buscaran allí a nuevos dioses, Oh! el apenarse y alegría maravillosa y la esperanza atrevida para estar, un día, con muerte incluso, la presa de estas punzadas reservadas. ¡Oh! ¡esta felicidad del silicio rara y tan frágil a veces que nos asusta! Encubrimos nuestras voces, y nos hacemos en inútil como una tienda, con todo tu pelo, nosotros para crear un abrigo seguro, Souvent la angustia en nuestros fermentos de los corazones. Pero nuestro amor que es como un ángel con las rodillas, Prie y pide, que el futuro da a otros que nosotros dulzura e incluso vida de Même, de modo que su sino de nuestro sino no sea celoso. Y entonces, en los malos días, cuando las grandes tardes Illimitent, jusques el cielo, desesperación, nosotros solicita perdón a partir de la noche que enciende suavidad de nuestro corazón. Vivamos, en nuestro amor y nuestro calor, Vivons tan audazmente nuestros pensamientos más hermosos que se entrelazan, A armonizada el extase supremo y entusiasmo entero. Porque en nuestros corazones similares, algo por otra parte coronado que nosotros y más puro y más grande despierta, las manos de Joignons para a adorar a través de nosotros. No importa que tengamos solamente gritos o rasgones para que humildemente lo defina, y que tan raro y tan de gran alcance es el encanto, que para probarlo, nuestros corazones son listos con debilitarse. Dejar a nos permanecer sin embargo y para siempre, los insanos de este amor casi implacable, y a entusiastas, a dos rodillas, del dios repentino que reina en nosotros, si y tan ardientemente suave el violento que nos lastima y nos domina. Tan pronto como ese se toquen nuestras bocas, nos olemos tanto más luces de nosotros mismos cuál uno diría de los dioses quienes como y quienes ligarte en nosotros mismos; Nos olemos el divinement del corazón tan fresco y si son renovados por su ligero primero que el universo, bajo su claridad, aparezca a nosotros. La alegría es en nuestros ojos la sola flor del mundo que el spendthrift y se fertiliza, Innombrable, en nuestros caminos en del fondo; Como allí arriba, por el montón, en los países de seda donde recorrido de los velos Brille el myriadaire de la flor de estrellas. La orden nos deslumbra, como los fuegos, ceniza, todas las luces nosotros y aparece a nosotros: antorcha; Nuestras palabras más simples tienen una dirección así que hermosos que repetirnos ellas para unceasingly oír. Somos victorioso sublima que conquistan eternidad, sin ningún orgullo y el pensamiento en el tiempo minúsculo: Y nuestro amor se parece siempre a nosotros haber sido. De modo que nada nosotros dos escape nuestra presión, si profundamente eso él es santo y ése a través del cuerpo incluso, el amor está claro, nosotros va abajo junto al jardín de tu carne. Tus centros están allí, así como ofrendas, y tus dos manos se tienden a mí; Y nada vale ingenuo las palabras del provende conocidas como y oídas. La cortina de los ramas blancos viaja entre tu garganta y tu cara y tu pelo desatan su florecimiento, en garlands, en las hierbas. La noche está muy de dinero azul, la noche es una cama reservada hermosa, la noche suave, que brisas van, con una, Effeuiller que los lirios grandes lanzaron con el claro de luna. Aunque ya, esta tarde, el otoño de Laisse con la sensación y con los orées, como las manos doradas, Lentes, hojas a cantar a coro; Aunque ya el otoño, esta tarde, con sus brazos del viento, cosecha en los árboles color de rosa entusiásticos, los pétalos y su paleness, no irte cualquier cosa de nuestros dos corazones de Tomber repentinos con estas flores. Pero ambos alrededor de las llamas del hogar del oro de la memoria, pero ambos nosotros blottissons, las manos con el fuego y las rodillas. Contra los mournings que se temerán o a venir, los contadores del tiempo que fija en cualquier calor su extremo, contra nuestro terror, contra nosotros mismos, finalmente, Blottissons nosotros, cerca del hogar, cuál arde la memoria en nosotros las marcas. Y si los lados grandes del obère A del otoño de los plânants de la cortina y de las tormentas, de la madera, de los céspedes y de las charcas, que su dolor por lo menos no deteriora jardín interior tranquillized, donde acoplamiento, en la luz, los pasos iguales de nuestros pensamientos. El regalo del cuerpo, cuando se da el corazón es no sólo el resultado de dos tendernesses implicó uno hacia el otro, éperdûment. Usted ser no feliz su simple silicio carne, en su nativo belleza, que para, con entusiasmo, para cotizar completo él mí y sumar alms. Y me te dan, no sabiendo cualquier cosa exalte si no pero de I tú quizás para saber, Toujours mejor y más puro puesto que tu cuerpo suave ofreció su festival a mien. ¡Amar, oh! que es a nosotros perspicacity solo, y a la sola razón del corazón, A nosotros, que más felicidad del fol es ser insana de confianza. Estaba en nosotros solamente una dulzura, un pensamiento, una alegría, una promesa, que no fue, de sí mismo, con ¿frente de nuestros pasos? ¿Un rezo en el secreto fue oído, de el cual no apretamos las manos tendidas con suavidad, en nuestro centro? ¿Era solamente una llamada, sólo una intención, un deseo reservado o el violento de los cuales lo hicimos no abierto hacia fuera la rociada? Y, nos que tenían gusto así, nuestros corazones fueron de allí, tales de los apostles, hacia los suaves los corazones tímidos y tiesos con los otros: Os invitaron a, por el pensamiento, que se sintieran con el nuestros enganchados, para proclamar el amor con carta franca calientan, como gente de flores como el mismo rama que la suspende y la baña en sol; Y nuestro corazón, según lo aumentado, de este despertar, comenzado para celebrar todo que tiene gusto, de Magnifiant el amor para el amor incluso, y para acariciar, divinement, de un deseo insano, el mundo entero que se resume en nosotros. jardín florecido hermoso de las llamas que se parecían a nosotros el doble o el espejo, el jardín claro que las porciones en el corazón, cristalizamos en gel y oro, esta tarde. Un gran silencio blanco se desciende para sentar abajo Là-bas, en los horizontes de mármol, hacia de donde salen, por las procesiones, los árboles con su cortina inmensa y azul y regular, al lado de ellas. Ninguna respiración del viento, ninguna respiración. Los velos grandes del frío, se revelan solamente, del llano en llano, en pantanos del dinero o de los caminos en cruz. Las estrellas aparecen vivir. Como el acero, los brillos blancos de la helada, a través del aire translúcido y congelado. Los metales pulverizados de las luces ad infinitum, se parecen a la nieve del paleness de la luna de cobre. Todo es alboroto en inmovilidad. Y es la hora divina, donde el alcohol es frecuentado por estos mil vistazos que proyecta en la tierra, hacia las ocasiones de la miseria humana, la buena y pura y eternidad unchangeable. Si nunca sucede que somos, sin conocimiento, Souffrance o dolor o desesperación, uno para el otro; si fue hecho ese tiredness o el placer banal aflojado en nosotros el arco del oro del alto desea; Si el cristal del pensamiento puro de nuestro amor debe romperse, si a pesar de todo, sentía Vaincu para no haber sido Assez en presa con el vastness divino de la amabilidad; ¡Entonces, oh! apretemos como dos insanos sublima que debajo de los cielos quebrados, se tachonan con las cumbres sin embargo. --Y de una sola subida el corazón fuera del sol, es exaltent en muerte.

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